no lo quería escribir, pero me está penando.
No había muerto su madre, sino él. Íbamos al encuentro del muerto presente bien vestido con chaqueta de tweed, una caminata nocturna en bajada por la calle de mi infancia hasta llegar a la casa en que nos encontrábamos, todos, con él, como si volviera de un viaje, de la muerte. Su madre era la más feliz de verlo y lo recibía con el mismo arroz con alcaparras y maiz que me provocó la fiebre en la vigilia previa.
El absurdo encuentro me fijaba los ojos en la chaqueta, blanco, negro y algun otro color. Todo mal iluminado, amarillento difuso en fondo negro.
Una reunión amistosa que no era tan abierta como se esperaba, tan intensa como se esperaba. Porque a los muertos no se les espera, parece.
Labels: dream journal, no sabe no responde
posted by in_door #
22:58 
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